Juego
“Jugar es la máxima expresión de la evolución humana en la infancia, pues sólo el
jugar muestra qué es lo que sucede en el alma del niño y es a su vez la imagen de la vida
humana en todas sus etapas y relaciones”
Froebel
Convencidos de las palabras de Froebel, en El Majuelo consideramos que el juego es la forma más natural de aprender, el trabajo más serio del niño. Ofrecemos tiempo de calidad, sin prisas, para jugar libremente. Materiales poco estructurados donde los niños despliegan su curiosidad y su fuerza creadora: telas, troncos, piñas, muñecos de lana o piezas de cartón y madera ofrecen infinitas posibilidades de juego libre donde el niño se concentra y despliega toda la fuerza de su imaginación.
El juego creativo potencia el desarrollo físico, emocional, cognitivo y social y permite al niño aprender a través de la investigación.













En el Majuelo el niño es libre en el juego, lo que le proporciona un espacio de libertad para desarrollar su imaginación. A través del juego, el niño desarrolla los sentidos, descubre las leyes físicas, se socializa y se descubre a sí mismo. Es en el juego donde los niños se forman espontáneamente, evocan las actividades de los adultos y comprenden el mundo en el que viven.
Un juego acompañado siempre por un adulto que mientras teje, cose, canta o lee cuentos, ofrece un espacio de cuidado y seguridad, creando vínculos estrechos para que los niños se conozcan y conozcan a los demás, y utilizando herramientas de observación que permiten recoger datos cualitativos sobre su desarrollo.
A través del juego, nos divertimos, nos relacionamos, resolvemos situaciones nuevas a cada paso, aprendemos a regularnos emocionalmente y poco a poco vamos abriendo caminos para fortalecer el vínculo con los niños y niñas para que conecten con su naturaleza más genuina y espontánea, reforzando su autonomía y acompañándoles para desenvolverse en la vida con plenitud.
El Majuelo es un campo de experimentación y juego siempre abierto y preparado para que los niños desplieguen todo su potencial en espacios interiores y por supuesto en la naturaleza. Es en el espacio exterior donde los niños, a través del juego, descubren el ritmo natural de los ciclos de la vida, de las estaciones, el placer de experimentar con los sentidos y con su imaginación con todas las posibilidades que solo el medio natural ofrece y que son imposibles de recrear en un aula.
El juego siempre ha estado presente en las investigaciones en torno a la primera infancia y no puede haber tesis más concluyente, y es los niños juegan por necesidad, al igual que necesitan comer, beber o dormir, los niños también necesitan jugar, lo que convierte el juego en una necesidad de la infancia y por tanto, inseparable de ella. Y esa es nuestra misión en el Majuelo, darle al juego el lugar y espacio que necesariamente requiere.