Inglés vivencial
En el Majuelo no entendemos otra manera de aprender que no sea a través de la experiencia, por eso apostamos por el aprendizaje de la lengua inglesa incorporándola en vivencias que despierten el interés y la curiosidad del niño, ya sea preparando un bizcocho, realizando un paseo por la naturaleza, cantando, jugando un Veo Veo, escuchando historias, haciendo versos y ritmos, teatralizando un cuento o en torno a un ¿Quién es quién? en inglés.
En la etapa 3-6 los niños aprenden un segundo idioma utilizando estructuras lingüísticas de las que ni siquiera tienen conciencia y la comprensión se hace posible mediante el uso de las manos, los ojos y los oídos. Es una etapa de descubrimiento del mundo a través de los sentidos y en la que disfrutan del juego y el trabajo en compañía de otros.
El inglés vivencial tiene como objetivo que los niños jueguen y experimenten con el lenguaje desde la expresión oral, alentando situaciones en las que la necesidad de comunicarse los obligue a encontrar una forma de expresión y en las que el lenguaje que requiera la actividad, los aliente a la construcción activa de la lengua, permitiendo la oportunidad de cometer errores en un contexto de máximo respeto por sus ritmos de aprendizaje.
Los niños de El Majuelo estarán acompañados por un nativo norteamericano que además de comunicarse en inglés, tiene la difícil capacidad de generar climas emocionales que facilitan el aprendizaje y la seguridad de los niños, que los escucha, los respeta y los tiene en cuenta. El inglés que hemos aprendido en el contexto escolar suele tener un carácter excesivamente académico y repetitivo, y en algunos casos se convierte en la piedra en el zapato del niño que por timidez, falta de seguridad o falta de un referente adecuado, se bloquea con el idioma y pierde una gran oportunidad de poder interiorizar una lengua que abre puertas en todos los rincones del mundo.
En el Majuelo somos grandes defensores del juego como la labor principal del niño y creemos que mediante el juego se puede despertar una actitud muy positiva hacia la lengua inglesa, puesto que promueve situaciones comunicativas auténticas, muy alejadas de los viejos métodos y conectadas con el interés real del niño.